La tecnología RFID ayuda a la seguridad familiar
Para simplificar la instalación y el funcionamiento, un sistema de seguridad del hogar debe poder monitorear de forma inalámbrica, incluida la seguridad del perímetro, la detección de intrusos y la seguridad en áreas sensibles del hogar, como botiquines, cajas fuertes u otros escondites de objetos de valor.
Aunque la videovigilancia es posible, requiere un procesamiento y análisis de imágenes complejos para detectar actividades no autorizadas, y también genera preocupaciones sobre la privacidad. Aunque los sensores de movimiento tradicionales eliminan el problema de la privacidad, necesitan una fuente de alimentación y un sistema, lo que aumenta el costo de BOM de los productos. Los detectores de movimiento también necesitan algún tipo de interfaz cableada o inalámbrica para transmitir la salida del sensor a la nube. En muchos casos, las cámaras y los detectores de movimiento requieren una instalación profesional, lo que los hace antieconómicos para muchas aplicaciones sensibles a los costos.
Los siguientes conceptos de diseño proponen una solución alternativa que es más adecuada para consumidores o pequeñas empresas: Uso de la tecnología de etiquetas RFID para lograr un sistema de seguridad en el hogar de bajo costo, sin batería y fácil de instalar.
Las etiquetas RFID se pueden utilizar como base de una serie de sensores de seguridad. Al integrar la etiqueta RFID con el interruptor de láminas, se puede hacer el detector de movimiento. De manera similar, se puede usar un interruptor de lengüeta en lugar del interruptor de impacto para desarrollar un detector de eventos de choque. En ambos casos, el interruptor del sensor está conectado entre los dos terminales de la antena y los dos terminales del chip RFID. En esta configuración, la operación de la etiqueta RFID se puede habilitar o deshabilitar según el estado del interruptor.
El sistema de monitoreo de seguridad de estos sensores proporciona una solución compacta y de bajo costo. Las etiquetas RFID con sensores de movimiento se pueden colocar en ventanas, puertas y cajas fuertes, mientras que las etiquetas sensibles a las vibraciones se pueden colocar en las cajas de medicamentos. El lector RFID comercial tiene dos funciones: a) detecta cualquier sensor que sea activado por su interruptor de detección de movimiento o vibración; b) el lector también inyecta energía de RF de baja potencia en el área y suministra energía a la etiqueta cuando se activa. Dado que cada etiqueta RFID tiene su propia identificación única, el lector RFID sabe dónde ocurre la actividad detectada. Una vez capturados, los datos de la actividad se pueden transferir a la nube para su análisis, y los usuarios pueden ser informados mediante alertas por teléfono inteligente o por correo electrónico cuando corresponda.